Lunes 09 de Agosto:
De la feria. Verde. Santa Teresa Benedicta de la Cruz, v. y mr. (ML). Blanco o Rojo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. Sal 73, 20.19. 22. 23
Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Señor, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
Martes 10 de Agosto:
SAN LORENZO, di. y mr. (F). Rojo.
Gloria. Prefacio de los Santos Mártires. Día del Diácono.
ANTÍFONA DE ENTRADA: San Lorenzo se entregó por entero al servicio de la Iglesia: por eso mereció sufrir el martirio y unirse con alegría a Cristo en el cielo.
Miércoles 11 de Agosto:
Santa Clara, v. (MO). Blanco.
Leccionario santoral: Flp 3, 8-14; Sal 15, 1-2. 5. 7-8; Mt 19, 27-29.
ANTÍFONA DE ENTRADA: Alegrémonos y exultemos, porque el Señor de todo lo creado amó a esta virgen santa y gloriosa.
Jueves 12 de Agosto:
De la feria. Verde. Santa Juana Francisca Chantal, r. (ML). Blanco.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. Sal 73, 20. 19. 22. 23 : Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Señor, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
Viernes 13 de Agosto:
De la feria. Verde. Santos Ponciano e Hipólito, mrs. (ML). Rojo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. Sal 73, 20. 19. 22. 23: Acuérdate, Señor, de tu alianza, y no olvides para siempre a tus pobres. Levántate, Señor, defiende tu causa y no desoigas el clamor de los que te invocan.
Sábado 14 de Agosto:
San Maximiliano María Kolbe, p. y mr. (MO). Rojo.
Leccionario Santoral: Sáb 3, 1-9; Sal 115, 10-13. 16-17; Jn 15, 12-16.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. Mt 25, 34. 36. 40 : Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor. Estuve enfermo y me visitaron. Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.
Domingo 15 de Agosto:
Solemnidad de La Asunción de la Virgen María (S). Blanco.
Gloria, Credo. Prefacio propio. Jornada de la Vida Consagrada. Día de la Religiosa. Feriado nacional.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cf. Apoc 12, 1: Apareció en el cielo un gran signo: una mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.
Dos madres milagrosas se encuentran El ángel Gabriel anunció a María que iba a ser milagrosamente mamá y que su anciana prima Isabel, milagrosamente también, esperaba familia desde hacía seis meses. La visita del Ángel causó en María estupor, alegría, sorpresa… le cambió los planes de su noviazgo con José y el futuro imaginado… y con ese clima interior fue a visitar a su prima. Esta visita tiene una particularidad: no es un milagro, no es una visión ni una aparición. Se trata de un acto de amor y servicio a una mujer entrada en años con los problemas de su embarazo, un acto de vida entre dos primas que esperan milagrosamente familia. Isabel la recibe con exclamaciones que se hicieron una oración en los labios de todos los creyentes, en los momentos lindos y en los tristes o de necesidad, cuando pedimos la ayuda divina. Con su visita María comunica a Isabel la presencia del Hijo de Dios en su seno virginal. Su cuerpo ya es el templo del Espíritu Santo e Isabel siente la fuerza del Espíritu en su hijo, que saltó de alegría en su vientre. Así se cumple la profecía del Ángel a Zacarías: el hijo que nacerá de Isabel estará lleno del Espíritu desde el seno de su madre. María, mujer, Madre de Dios y Virgen, es un ejemplo de sencillez y de humildad. Su alegría se hace canto y promueve la dignidad de los hombres necesitados y humildes en el maravilloso plan de Dios. Así son las personas maravillosas: simples, como María e Isabel, y con tiempo para dedicarse a los demás con el pensamiento, el corazón y el servicio concreto. Y también tiempo material para compartir los momentos lindos que nos regala la vida. “En adelante todas las generaciones me llamarán Feliz”, Lc 1, 48. P. Aderico Dolzani, ssp.